doi 10.4067/S0718-83582014000300002
Paula Kapstein López2, Edith Aranda Dioses3
2 Chile. Arquitecta Universidad de Valparaíso, Dra. en Urbanismo Universidad Politécnica de Madrid. Académica Escuela de Arquitectura Universidad Católica del Norte.
3 Perú. Socióloga Pontificia Universidad Católica del Perú, Magister Pontificia Universidad Católica del Perú. Profesora principal Universidad Nacional de Ingeniería.
Resumen
Se ha identificado un sistema de periferias interiores en el centro de Lima, el cual integra una serie de antiguas barriadas que conforman una entidad urbana con sus propias características y problemas. Estas barriadas formaban parte de la periferia norte de Lima hasta la década de los años cincuenta, apoyándose en el cauce del río Rímac que entonces ejercía de límite entre el Cercado y la incipiente prolongación del trazado urbano hacia el Norte.
El objetivo de la investigación que el presente artículo recoge se centra en delimitar el sistema de periferias interiores e identificar los barrios que actúan como focos de vulnerabilidad dentro del sistema.
La metodología desarrolla un trabajo de análisis cartográfico enfocado en el crecimiento de Lima en el periodo dado entre 1940 y 1981, seguido de un estudio de las condiciones urbanas y sociales de los barrios focos de vulnerabilidad. En este texto se presenta el caso de San Cosme, una de las barriadas paradigmáticas de Lima, tanto por su antigüedad como por sus características geomorfológicas y urbanas. Los resultados se concentran en fundamentar la necesidad de generar un Plan Director de Estrategias de Rehabilitación para las periferias interiores de Lima.
PALABRAS CLAVE: SISTEMA DE PERIFERIAS INTERIORES, BARRIO FOCO DE VULNERABILIDAD, ANÁLISIS CARTOGRÁFICO DEL CRECIMIENTO URBANO, LIMA.
Introducción
Durante el siglo XX la ciudad de Lima creció intensamente. Según Matos Mar4 el momento en que comenzó este rápido aumento poblacional se remonta al año 1930. Fue entonces cuando se iniciaron las migraciones hacia Lima, dadas principalmente desde distintos pueblos de Los Andes debido a los grandes niveles de pobreza que éstos tenían.
Las principales características de este crecimiento explosivo son su alta informalidad (en la vivienda y en relación a los mercados de urbanizadores clandestinos formados alrededor de ella) y la configuración de una metrópoli de nueve millones de habitantes que concentra a un tercio de la población peruana y que se compone de barreras de diverso tipo que la fragmentan a un nivel urbano pero también en lo social.
El rápido aumento de tamaño experimentado por la ciudad de Lima se produce entre 1940 y 1981 y no se acompaña de instrumentos de planificación efectivos, generando una degradación de sus espacios centrales, los que quedaron en una situación de alta vulnerabilidad: víctimas de la congestión vehicular, del abandono de sus residentes y de la tugurización de los inmuebles. A partir de esta observación y aplicando una metodología gráfica basada en la detección de límites (tanto internos como periféricos) se pudo localizar un sistema de periferias interiores5. Es decir, durante el crecimiento explosivo de la ciudad ciertas zonas periféricas antiguas pasaron a quedar en una posición interna y céntrica.
Marco teórico
Se recoge como base teórica de la presente investigación la tesis doctoral “La Periferia Interior: un problema de vulnerabilidad no resuelto por el planeamiento urbano en Chile”6; abordándose ahora algunos de los conceptos que aquella investigación definía con una nueva significación dada por la complejidad y magnitud que presenta la ciudad de Lima.
Hipótesis y objetivos
A continuación se presentan las principales hipótesis que sustentan la investigación:
- Las periferias interiores de Lima configuran un área de gran tamaño con relaciones entre los barrios vulnerables que la integran. Por esto se puede suponer que este conjunto de periferias interiores conforma un sistema urbano;
- Las periferias interiores de Lima surgen como consecuencia de migraciones masivas a la ciudad, provenientes la mayor parte de ellas de poblados rurales andinos. De este modo, las periferias interiores constituyen la estructura física que permite el traslado de lo rural a lo urbano, es decir, estos espacios son altamente precarios y carentes de orden pero han sido capaces de recoger la variedad de modos de vida rural;
- Hay dos hechos que determinan el carácter del sistema de periferias interiores en Lima; por un lado, los barrios vulnerables que integran dicho sistema tienen unas altas tasas de crecimiento poblacional en el periodo dado entre los años 1940 y 1981; y por otra parte, la densidad de la vivienda aumenta en estos barrios vulnerables a una velocidad comparable a las tasas de crecimiento poblacional.
Para verificar las anteriores hipótesis se plantean los siguientes objetivos:
- Identificar la aparición de este sistema de áreas vulnerables interiores con unas etapas de crecimiento urbano y de formación de la unidad metropolitana de Lima.
- Localizar el sistema de periferias interiores y delimitarlo, reconociendo los barrios que constituyen los focos de vulnerabilidad del sistema.
Sobre el proceso de urbanización peruano
En América Latina el proceso de crecimiento urbano se ha visto fuertemente influenciado por las migraciones desde las zonas rurales a las ciudades (dadas desde las primeras décadas del siglo XX hasta inicios de la década de los noventa en muchos casos), lo que ha generado altas concentraciones urbanas.
El proceso de urbanización peruano grafica, de un modo peculiar, el devenir latinoamericano. La gran influencia de la presencia de Los Andes en medio del territorio se evidencia en el lento desarrollo agrícola del país y en la falta de accesibilidad dada entre los poblados serranos, y entre ellos y el resto de ciudades situadas en la costa, todo lo cual incide en el retraso del proceso de urbanización peruano con respecto a otros países de Latinoamérica.
Por otro lado, con respecto al estado de la cuestión de este estudio, se considera el periodo dado entre 1940 y 2007. El año 1940 corresponde al momento en que se intensifican las migraciones hacia Lima, quedando dicho aumento poblacional registrado en el censo de aquel año; y el año 2007 corresponde al último año del censo poblacional realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática de Perú (INEI).
Desde 1940 al año 20077, la relación entre la población rural y urbana del Perú se ha invertido: de un 65% de población rural frente a un 35% de población urbana en 1940, a un 24% de población rural frente a un 76% de población urbana en 2007 (véase tabla 1 de distribución de población entre los censos de 1940 y 2007). Como puede apreciarse en dicha tabla, en el Censo del año 1961 la población del Perú alcanzó un reparto equilibrado entre lo rural y lo urbano, para invertirse la tendencia ya en el censo de 1972, cuando la población comenzó a ser mayoritariamente urbana. Esta observación se verifica analizando los datos que se presentan en la tabla 2, donde se aprecia que en el periodo dado entre 1961 y 1972 la tasa de crecimiento promedio anual de la población urbana fue de un 5,1%, la más alta de las últimas décadas.
Tabla 1. Distribución de población urbana y rural del Perú en años censales desde 1940 a 2007
Datos | 1940 | 1961 | 1972 | 1981 | 1993 | 2007 |
Población censada |
6.207.967 |
9.906.746 |
13.538.208 |
17.005.210 |
22.048.356 |
27.412.157 |
Población urbana |
2.197.133 |
4.698.178 |
8.058.495 |
11.091.923 |
15.458.599 |
20.810.288 |
Población rural |
4.010.834 |
5.208.568 |
5.479.713 |
5.913.287 |
6.589.757 |
6.601.869 |
% urbana |
35,39 |
47,42 |
59,52 |
65,23 |
70,11 |
75,92 |
% rural |
64,61 |
52,58 |
40,48 |
34,77 |
29,89 |
24,08 |
Fuente: INEI, 2008.
Tabla 2. Tasas de crecimiento promedio anual de la población censada según área de residencia
Área residencia |
1940 - 1961 |
1961 - 1972 |
1972 - 1981 |
1981 - 1993 |
1993 - 2007 |
Total |
1,9 |
2,8 |
2,6 |
2,0 |
1,6 |
Urbana |
3,7 |
5,1 |
3,6 |
2,8 |
2,1 |
Rural |
1,2 |
0,5 |
0,8 |
0,9 |
0,01 |
Fuente: INEI, 2008.
Entre los años 1940 y 2007 la población urbana del departamento de Lima y de la provincia constitucional del Callao se multiplicó por trece: de 711.441 a 9.152.700 habitantes8; y, en cuanto a su extensión, la ciudad pasó de ser un núcleo relacionado con otros poblados como Callao y Chorrillos a constituir un área metropolitana de 266.467 Ha, multiplicando en este periodo su superficie por cuarenta y tres. Estos datos permiten comprobar una realidad que se aprecia a simple vista al recorrer la unidad metropolitana de Lima y El Callao: la ciudad presenta un crecimiento en extensión, difuso e insostenible en lo medioambiental pero también en cuanto a su estructura urbana.
Los factores que sustentaron este crecimiento explosivo y difuso pueden resumirse en lo siguiente: emplazamientos apropiados para un crecimiento informal, un clima benigno y una legislación de suelos que facilitó el acceso a tierras no utilizadas.
Con respecto a la legislación estatal, según Driant9, históricamente ésta ha reforzado los fundamentos físicos de la estratificación residencial limeña, contribuyendo ampliamente al crecimiento expansivo de la ciudad. El poder colonial estableció una legislación mediante la cual las tierras no trabajadas regresaban al Estado y después de casi cinco siglos este principio sigue vigente. Además, según Riofrío10, el Estado peruano no desarrolló una política de vivienda adecuada para los sectores populares durante el siglo XX; la solución a la que se optó consistió en dar libertad para que estos sectores ocuparan terrenos y construyeran barriadas, mientras los intereses privados no se viesen afectados.
En cuanto a la desigualdad referida al tamaño y a la población de Lima en comparación con el resto de ciudades peruanas, se trata de una cuestión que responde al gran peso alcanzado por Lima en la economía nacional durante la segunda mitad del siglo XX. Según Gonzales de Olarte11 el intenso flujo migratorio hacia ella es el aspecto más visible de su crecimiento, en cambio, lo que resulta menos visible es la movilidad de recursos y de capitales del resto de regiones y desde el extranjero hacia Lima, lo cual ha contribuido a reforzar un proceso de acumulación de capital relativamente mayor al del resto de regiones.
Periferia Interior y barriadas en Lima
El concepto de Periferia Interior al que se hace referencia en este trabajo se basa en la definición que aporta Kapstein12:
Es el sistema formado por aquellos espacios urbanos degradados que se ubican en el centro de una ciudad, correspondientes a zonas de una antigua periferia que quedó congelada en el tiempo: el crecimiento de la trama urbana atravesó esta zona en su recorrido, olvidando su desarrollo y atrapándola en medio de la ciudad, lo que le asigna la condición de límite entre áreas de distinto uso y categoría.
A partir de la anterior definición se hace necesario recordar la visión sistémica con la que se consideran las periferias interiores en este trabajo. En este sentido, el concepto de intersticio aportado por Hannerz13 se relaciona con el de Periferia Interior, ya que ésta se configura a partir de aquellos intersticios urbanos que pertenecen a espacios situados entre un lugar y otro14. La capacidad de reunir barrios vulnerables, industrias en desuso, áreas abandonadas, terrenos eriazos y espacios naturales contaminados o degradados, proviene de esta condición intersticial que tiene el sistema de periferias interiores.
Por otro lado, el concepto de barriada alude a la organización de pobladores carentes de vivienda que ocupan un terreno y actúan colectivamente para autorresolver sus problemas de habilitación urbana y de organización social15. Dicho concepto del hábitat popular peruano, según Matos16 nace en Lima entre 1945 y 1949, periodo que corresponde a la intensificación de migraciones andinas hacia las ciudades costeras. En dicho intervalo de tiempo, Asimismo, comenzó la invasión organizada de terrenos.
La elección del periodo de estudio se refiere a la formación de periferias interiores en Lima. Dicho proceso se dio entre 1940 y 1981, ya que en dicho periodo el crecimiento de la ciudad fue más acelerado que durante el resto del siglo XX (ver tabla de la figura 1), formándose la unidad metropolitana que hoy conocemos, salvo algunas diferencias de tamaño y población dadas por nuevas invasiones en el norte y en el sur de la ciudad, posteriores al año 1981.
El sistema de periferias interiores de Lima se compone de barrios vulnerables relacionados entre sí por límites que asignan una continuidad entre estos barrios17. Dichos barrios corresponden a barriadas históricas que pueden estar consolidadas o a medio consolidar, pero que tienen en común su posición céntrica en la ciudad y su cercanía al cauce del río Rímac.
Metodología
Proceso metodológico
La metodología seguida en la investigación tuvo dos fases; por una parte, se realizó la delimitación del sistema de periferias interiores en una secuencia de planos referidos a los años 1940, 1950, 1961, 1972 y 1981, ya que dichos años corresponden al periodo de mayor crecimiento poblacional de Lima y además están censados por el INEI. Para hacer posible el análisis comparativo entre estos planos, fue necesario representarlos sobre una misma base cartográfica, para lo cual se consideró el plano de Lima del año 2012. A partir de este se dibujaron secuencialmente todos los planos de evolución del trazado urbano hasta el plano más antiguo, el de 1940 (IGN)18. Los antecedentes gráficos que permitieron definir el perímetro de lo urbano en cada plano son variados; sin embargo, se debe citar de forma especial el trabajo supervisado por el Arq. Luis Sipión (INEI-INADUR)19.
Una vez que los planos estuvieron dibujados, en cada uno de ellos se trazaron los límites internos y los límites periféricos, buscando definir no sólo la delimitación del sistema de periferias interiores si no su estructura actual, dada por la existencia de barrios que actúan como focos de vulnerabilidad dentro del sistema.
La identificación de los barrios focos de vulnerabilidad corresponde a la segunda parte de la metodología y se realizó mediante un trabajo de campo que incluyó visitas a terreno y encuestas a dirigentes poblacionales y a los vecinos de la mayoría de las barriadas que integran el sistema. Al mismo tiempo, se estudiaron los antecedentes referidos al origen y formación de cada una de dichas barriadas. Este trabajo permitió definir lo que es un barrio foco de vulnerabilidad para, a continuación, realizar la selección de cuatro de estos barrios incluidos en el sistema. Este artículo presenta uno de ellos, San Cosme. Del análisis de este barrio se extraen observaciones que permiten entender la formación y devenir de otras partes del sistema.
Finalmente, el análisis de las condiciones urbanas y sociales de los barrios incluidos en la zona identificada como sistema de periferias interiores permitió concluir sobre la necesidad de posibilitar una regeneración de la vulnerabilidad en dicha zona, sin dejar de entenderla como parte de una entidad mayor, la Lima metropolitana.
Reflexiones metodológicas
La ciudad es un hecho artificial que obedece a actos de acondicionamiento del medio físico y a patrones transmitidos por una técnica (un modo de construir y de asentarse en el territorio) y una cultura (un modo de interpretar el mundo). De aquí que en la ciencia urbana se mezclen diversos aspectos del conocimiento con otros aspectos operacionales relacionados con los métodos de transformación del medio físico y, en definitiva, de la ciudad (como el planeamiento). La anterior dicotomía se refleja también en la presente investigación. En este sentido, este es un trabajo netamente “urbano” pues tanto en el planteamiento inicial como en el análisis de casos se dan ambas ópticas, es decir, la investigación muestra aspectos relacionados con una aproximación cuantitativa de los asuntos que se tratan y, complementariamente, presenta análisis cualitativos que incluyen diversos enfoques.
Esta investigación se plantea con el fin de situar el concepto de vulnerabilidad en el campo de la urbanística, apoyándonos en otros enfoques como lo social o lo físico, pero centrando el proceso metodológico en identificar los problemas de vulnerabilidad en el interior de la ciudad de Lima.
Barrios vulnerables que componen el sistema de periferias interiores
Análisis cartográfico y localización del sistema de periferias interiores
Las periferias interiores corresponden a antiguas zonas periféricas que la ciudad, al ir creciendo, deja incorporadas en su tejido. Esto se pudo verificar estudiando el crecimiento del trazado urbano en planos referidos al siglo XX, entre los cuales cabe resaltarse el plano de 1908 que muestra la configuración de una especie de triángulo territorial que entonces lo constituían Lima y sus balnearios. El Plan Piloto de 1949 también presenta características que ayudan a definir el crecimiento de la ciudad. Estos planos pueden verse en las figuras 1 y 2.
Figura 1. Plano de Lima de las Empresas Eléctricas Asociadas, 1908
Fuente: “Planos de Lima 1613-1983” de J. Gunther Doering, 1983.
En el plano del Plan Piloto del año 1949 quedan reflejadas, además de las áreas edificadas a esa fecha, las áreas en proyección, las áreas a medio construir, las industrias existentes y el área de industrias proyectadas (figura 2). Este Plan fue desarrollado por la Oficina Nacional de Planeamiento y Urbanismo con el fin de precisar los límites de la ciudad y definir las áreas que serían ocupadas por las nuevas unidades de vivienda construidas por el Estado; el plano de la figura 2 resulta de utilidad porque muestra claramente cuáles son las zonas que no se habían edificado en el año 1949. En este plano se aprecia aún sin clasificar gran parte de los terrenos de la zona situada al norte de la bisectriz del triángulo territorial, que queda definida por la avenida Brasil.
Figura 2. Plan Piloto de Lima de 1949
Fuente: Plan Piloto de Lima. Oficina Nacional de Planeamiento y Urbanismo. Res. Suprema Nº 256 de 12 de septiembre de 1949.
Por otro lado, la cercanía del puerto, donde se requería mano de obra no especializada, constituyó otro de los factores que hicieron que las márgenes del río Rímac se convirtiesen en una de las primeras barriadas de la ciudad. Además, dichos suelos resultaban ser de escasa calidad dada su cercanía a la zona industrial, que en el plano del Plan de 1949 ya aparece claramente definida.
Localización y delimitación del sistema de periferias interiores
Se partió localizando un sistema de periferias interiores ubicado en sentido Oeste-Este (desde el mar a los cerros), apoyado por el recorrido del río Rímac y adyacente al núcleo histórico de la ciudad. Este sistema urbano se configura como una unidad por los elementos que lo componen y le otorgan continuidad (como el río Rímac y algunas vías de circulación) pero, al mismo tiempo, se presenta como un universo altamente fragmentado, compuesto por partes diferenciadas que no quedan articuladas entre sí. En cuanto a la realización de una primera definición del perímetro de la zona, este se ha perfilado siguiendo las calles que marcaban un cambio en la ocupación del suelo. Cuando esto no ha sido posible, se ha identificado el nivel de cotas que definen un cambio en la pendiente, determinando zonas todavía sin ocupar, tal como se ha hecho en la zona del cerro San Cristóbal (ubicado en la zona B en el plano de la figura 3).
Figura 3. Identificación del sistema de periferias interiores
Fuente: Plano de elaboración propia en base al plano de Lima del Instituto Geográfico Nacional, año 2012.
El sistema de periferias interiores reconocido puede dividirse en tres grandes zonas. Todas ellas formaron parte de la periferia norte de Lima durante el proceso de expansión de la ciudad dado durante el siglo XX (plano de la figura 3):
- A. La zona oeste adyacente al curso del río Rímac, entre la avenida Elmer Faucett y el puente de la calle Alfonso Ugarte, formada por parte de los distritos de Callao, San Martín de Porres y el Cercado de Lima;
- B. La zona compuesta por parte de los distritos de Rímac y San Juan de Lurigancho ubicados en el lado norte del río;
- C. La zona sur del río que queda delimitada por el río Rímac, la vía del Evitamiento, parte de la carretera Central, avenida Nicolás Arriola y avenida México hasta Grau. Esta zona es la más amplia e integra la mayor parte del distrito de El Agustino y parte de los de Santa Anita, Ate Vitarte y La Victoria.
La delimitación inicial que muestra el plano de la figura 3, se corrigió posteriormente a través de un estudio cartográfico que tuvo por objeto definir un perímetro para el sistema de periferias interiores de Lima (figura 4: imágenes a, b, c, d y e). El trabajo, básicamente, consistió en representar los límites periféricos (en blanco) y los límites internos de cada año20 (en rojo) en cada uno de los planos de los años estudiados (1940, 1950, 1961, 1972 y 1981).
Figura 4. Delimitación del sistema de periferias interiores: los límites periféricos (trazados en blanco) adquieren la condición de límites internos según va creciendo la ciudad
4b Plano de 1950.
4a Plano de 1940.
4c Plano de 1961.
4d Plano de 1972.
Fig. 4e Plano de 1981.
Fuente: Elaborado por Paula Kapstein.
En otro orden de cosas, en el caso de Lima resulta pertinente hablar de sistema de periferias interiores por el tamaño de la unidad metropolitana y por su proceso de crecimiento dado en la conurbación con otros núcleos; de este modo, la definición de un área vulnerable interior pasa por reconocer que esta no se presenta como una zona aislada (como puede ocurrir en las ciudades de menor tamaño y con dinámicas de crecimiento diferentes), sino como un territorio urbano complejo con partes claramente diferenciadas y articuladas entre sí, que forman un sistema.
Finalmente, el sistema de periferias interiores delimitado en Lima es una zona extensa ubicada alrededor del centro histórico de la ciudad. Su superficie es de 2.710 ha21 y se compone de nueve distritos22: Callao, Cercado de Lima, San Martín de Porres, Rímac, San Juan de Lurigancho, El Agustino, Ate, Santa Anita y La Victoria (ver plano de la figura 7). La zona delimitada cuenta con una población aproximada de medio millón de habitantes23.
A continuación se presentan los cinco primeros planos, de los años 1940, 1950, 1961, 1972 y 1981, que corresponden al periodo de mayor expansión urbana de Lima.
Entre 1940 y 1950 al mismo tiempo que comienza a urbanizarse el interior del que hemos denominado “triángulo territorial”, la ciudad se extiende hacia el norte del límite que define el cauce del río Rímac, donde comienzan a aparecer las primeras barriadas adyacentes a las estribaciones de los cerros.
En el plano de 1950 aún se aprecian zonas entre El Callao y El Cercado de Lima y en San Miguel sin urbanizarse. Sin embargo, entre 1950 y 1961 estas zonas prácticamente aparecen colmatadas. Asimismo, en el plano de 1961 se aprecia que la ciudad ya se extiende en una mancha continua hacia el norte e incluso algunos límites que eran periféricos en el plano anterior, ahora ocupan una posición interna.
Entre los años 1961 y 1972 la ciudad comienza a extenderse al Sur, y la extensión hacia el Norte se consolida y crece. Los límites al interior del triángulo se diversifican y son todos ellos de carácter interno, además el río ya no es un límite que define el traspaso a zonas periféricas si no que ya ha quedado en una posición interna; entonces se puede afirmar que es durante la década de los sesenta cuando el sistema de periferias interiores de Lima comienza a formarse.
Entre los años 1972 y 1981 se aprecia la apertura del trazado de Lima hacia una nueva dirección: la Sierra central. Esta extensión de la ciudad tendrá como eje la carretera central acompañada del tren, dirección hacia donde los límites periféricos se extienden en estos planos.
A través del trabajo cartográfico presentado se llegó a definir el perímetro del área ocupada por el sistema de P.I., considerando la posición que tienen los límites periféricos al momento de quedar formado el sistema, es decir, a principios de la década de los ochenta (figura 5).
Figura 5. Delimitación final del sistema de periferias interiores de Lima
Fuente: Elaboración propia.
Con respecto a los focos de degradación hallados, ya se ha mencionado el cauce del río, al que desde la administración ciudadana se le considera un espacio residual que no debe mostrarse: su falta de apertura a la ciudad se refuerza con muros y un vallado casi continuo en las calles paralelas al río. Al cauce hay que agregar una serie de focos de degradación que van situándose adyacentes a él en su recorrido: industrias abandonadas, sitios eriazos y basurales.
Por otra parte, la topografía ha sido decisiva en la ubicación de las primeras barriadas periféricas en Lima. Ejemplo de esto son los asentamientos que surgieron durante los años cuarenta en los cerros San Cosme, El Pino y El Agustino. Todos ellos llegaron a poblarse con una densidad de viviendas alta, por el escaso terreno plano con el que contaban; esta situación fue generando barrios donde el espacio de la calle permite una mezcla entre lo privado y lo público, y donde según Aranda24 se dan nuevas formas de integración social.
Barrios focos de vulnerabilidad
La ubicación de los barrios analizados queda referida en el siguiente plano de Barrios Focos de Vulnerabilidad (figura 6). Estos barrios focos de vulnerabilidad corresponden a las antiguas barriadas de esta zona de Lima que desde sus orígenes hasta el presente han sufrido un doble proceso; por un lado, se han consolidado en tanto han obtenido los servicios básicos y en muchos casos, también la pavimentación e iluminación de sus calles, pero por otra parte, los problemas de vulnerabilidad que los caracterizaron desde sus inicios se mantienen o se han hecho más pregnantes, como la delincuencia y la falta de seguridad, el riesgo físico por un mal emplazamiento o la falta de accesibilidad.
Figura 6. Plano de relaciones entre los barrios focos de vulnerabilidad del sistema de periferias interiores
Fuente: Elaborado Paula Kapstein.
Se considera como un barrio foco de vulnerabilidad a aquella barriada de más de cincuenta años de antigüedad, cuyo origen es informal, y que presenta carencias en sus aspectos de configuración física y urbana, todo lo cual incide en una baja calidad de vida, en la existencia de problemas sociales, en una pobreza endógena, en un entorno medioambientalmente contaminado y en la obsolescencia de las estructuras urbanas que contiene. Al mismo tiempo, por su propio desorden y fragmentación, estos barrios son capaces de incidir en la degradación de los otros barrios contenidos en el sistema de periferias interiores25. Es decir, los barrios focos de vulnerabilidad son aquellos que presentan la mayor degradación dentro del sistema de periferias interiores, el cual en total integra diez barrios vulnerables.
Los barrios identificados como focos de vulnerabilidad ubicados dentro del sistema de periferias interiores son: Villa María del Perpetuo Socorro (Cercado de Lima, zona de la MIRR), Leticia (Rímac), Las terrazas de Catalina Huanca (El Agustino) y San Cosme (La Victoria). A continuación, se presenta un breve análisis del último de ellos, San Cosme, que por su propia configuración geomorfológica se presenta como una Periferia Interior contenida dentro de otra Periferia Interior de mayor tamaño.
El sistema de periferias interiores se compone de tres subsistemas, que pueden verse en el plano de la figura 6 de izquierda a derecha: el primero se forma por San Martín de Porres y Mirones, y el otro se compone de San Martín de Porres y Villa María; a continuación el siguiente subsistema se compone de parte de San Juan de Lurigancho, Leticia y Cantagallo y se relaciona con Barrios Altos, situado al otro lado del río Rímac; y el último de ellos se aleja del río y se compone de cuatro barriadas: Las Terrazas de Catalina Huanca, San Pedro de Ate, San Cosme y El Pino. Este último subsistema queda integrado por algunas avenidas que le dan continuidad: las avenidas México y Riva Agüero que recorren desde el centro de la ciudad hacia El Agustino y, por otro lado, la Vía del Evitamiento que permite la circulación vehicular por detrás del cerro y su enlace al resto de la ciudad. Este subsistema se sitúa en una posición periférica en el sistema de periferias interiores.
En el plano de la figura 6 se aprecian los barrios focos de vulnerabilidad. En la zona que va de la Av. Caquetá a Callao el barrio de mayor vulnerabilidad es Villa María del Perpetuo Socorro, en la zona central el barrio de mayor vulnerabilidad es Leticia, y en la zona de El Agustino hay dos focos de vulnerabilidad: Las Terrazas de Catalina Huanca y San Cosme.
San Cosme (La Victoria)
El análisis de San Cosme se realizó primeramente a través de un estudio de la bibliografía existente sobre su origen y formación para, a continuación, abordar un trabajo de campo en la zona que consideró desde entrevistas con los vecinos, llevadas a cabo con el fin de conocer sus necesidades y las debilidades del barrio, y distintos recorridos a pie por el cerro junto a personal de la Subgerencia de Promoción Social de la Municipalidad de La Victoria, realizados en el mes de mayo de 201326.
La barriada San Cosme es fácilmente identificable pues ocupa todo el cerro conocido con el mismo nombre, situado frente a otro cerro poblado por invasiones dadas en la década de los cincuenta, El Pino. El origen de San Cosme se remonta al año 1946 y está relacionado con un movimiento urbano popular que tomó notoriedad en el contexto de la efervescencia política generada por el triunfo del Frente Democrático Nacional según comenta Matos Mar27. Entonces, el cerro San Cosme pertenecía a los hermanos Cánepa que eran también propietarios de la hacienda “El Pino”. En el año 1946 se produjo el traslado de los mercados mayorista y minorista del barrio de Manzanilla a su actual ubicación en La Victoria, al lado de San Cosme, siendo esto el hecho detonante de la llegada de los comerciantes y trabajadores de dichos mercados a instalarse en los alrededores de su fuente de trabajo.
Según Matos Mar28 en julio de 1946 un grupo de trabajadores del mercado mayorista (junto a algunos migrantes serranos) se instaló al costado de la Av. San Pablo, al pie del cerro San Cosme. El 1 de septiembre los vecinos acordaron tomar el cerro, aunque esta invasión no se concretó ya que no contó con el apoyo de todos los pobladores y el 24 de septiembre de 1946 se llevó a cabo la primera invasión organizada, en la cual participaron unas ciento veinte personas que subieron al cerro para colocar las primeras viviendas. A partir de esta invasión, los vecinos formaron la “Asociación de Pobladores del Cerro San Cosme”, que perdura hasta el día de hoy, según Víctor Calderón, dirigente de San Cosme29.
El movimiento vecinal fue tan potente que consiguieron lo que muchas otras barriadas tardaron años en lograr: el apoyo del Estado. Dicha colaboración permitió, entre otras cosas, que San Cosme se fuera consolidando como barrio y creciendo en densidad poblacional al seguir recibiendo migrantes serranos o vecinos de otras partes de Lima durante las siguientes décadas.
En 1957, año en que Matos Mar realiza su censo de barriadas en Lima, el cerro San Cosme tenía una población de 5.674 personas. En 2007 contaba con 19.744 personas censadas (INEI, 2007). Estas cifras permiten observar que la población se ha multiplicado por 3,47 (lo que representa un aumento del 248%), mientras que en 1961 la metrópoli de Lima tenía 1.957.267 habitantes según el censo del Instituto Nacional de Estadísticas de ese año y en el año 2007 tenía 9.152.700 habitantes, habiéndose multiplicado su población por 4,68. Es decir su aumento fue de un 368% entre 1961 y 2007.
El aumento de la metrópoli es vertiginoso pero, sin duda, el crecimiento poblacional de San Cosme también lo es; aún sin alcanzar las tasas de crecimiento de la metrópoli, en dicho cerro se ha logrado colmatar la superficie existente, creándose una Periferia Interior con una densidad más alta que la de los barrios de su alrededor. Esta observación permite verificar una de nuestras hipótesis, la que alude a que las tasas de crecimiento poblacional de los barrios focos de vulnerabilidad pueden reflejar la media de crecimiento de la metrópoli durante el periodo observado.
Tal como puede apreciarse en la foto aérea de la figura 7, el cerro tiene una forma curva, ligeramente alargada, presentando una concavidad hacia el sur. Al recorrer la zona se hace patente como esta curvatura permite ir teniendo diversas vistas tanto de las laderas del mismo cerro, como de El Pino o, a lo lejos, de la zona de San Pedro de Ate.
Figura 7. Foto aérea de San Cosme
Fuente: Google Earth, abril de 2013.
San Cosme es más pequeño que El Pino tanto en sus medidas en planta30 como en cuanto a su altura. En San Cosme no hay calles vehiculares, sólo hay pasajes y escaleras, como puede apreciarse en la foto aérea de la figura 7 y en las fotos de la figura 8; en estas imágenes se percibe también la alta densidad edificatoria del cerro, la cual es de aproximadamente 320 viviendas/ha31, lo que tiene más desventajas que ventajas. Se puede considerar como una ventaja la cohesión social de los vecinos que se produce por la cercanía de sus viviendas (aunque esto, ciertamente, es relativo) y, como una desventaja, se puede tomar en cuenta el hacinamiento y la presencia de enfermedades contagiosas como la tuberculosis (TBC). Otra de sus desventajas queda relacionada con las bajas condiciones de las viviendas, las cuales tienen un alto porcentaje de tugurización: en una misma vivienda pueden convivir varias familias en reducidos espacios. Lo cual conduce a las personas a vivir en pésimas condiciones y en promiscuidad. En relación al barrio, hay escasos espacios de encuentro, salvo una pequeña plaza con una cancha de fútbol pavimentada en la zona más alta del cerro.
Figura 8. Fotos del espacio público en San Cosme; su uso es intenso, ya que los lotes no cuentan con patios
Fotos: Paula Kapstein, mayo de 2013.
Según planteó Matos Mar en su libro sobre las barriadas limeñas en 1957 y corroboró más tarde Driant en su estudio del año 1991, San Cosme se considera como la primera barriada de Lima porque representó un nuevo modelo de crecimiento urbano. San Cosme define el tipo barriada, pues cuenta desde su origen hasta hoy con los elementos que definen la condición de estos barrios: organización vecinal, ocupación progresiva del terreno dada por invasiones y emprendimiento económico.
El cerro San Cosme se sitúa en una posición retrasada con respecto al río Rímac, pero no por ello su presencia es menos relevante dentro del sistema de periferias interiores de Lima. Su importancia proviene de dos factores: su origen dado por la organización de sus pobladores y la delimitación de la barriada, aportada por la propia topografía del cerro, lo que le ha permitido configurarse como una entidad aparte, como si de una isla urbana se tratase. Esto permite afirmar que se trata de una Periferia Interior en sí misma, contenida en el sistema de periferias interiores general. Este rasgo puede apreciarse en la figura 7.
En cuanto a su vulnerabilidad, San Cosme presenta sobre todo problemas de carácter social: delincuencia juvenil y drogadicción y, con respecto a la salud, la presencia de la tuberculosis es alta32.
Con respecto a la situación medioambiental, la falta de higiene de las calles que rodean los mercados mayorista y minorista de La Parada es grande y lo mismo pasa en las calles que dan acceso al cerro San Cosme. Esta situación agrava los otros problemas enunciados; sin embargo, en el interior del cerro ha podido constatarse que las calles están limpias. Además, actualmente se están llevando a cabo por el Municipio algunas acciones de saneamiento e higiene de los espacios públicos, como el programa “Encala tu calle”, destinado a limpiar y encalar las paredes exteriores de las viviendas33.
Por otro lado, acerca del estado de las viviendas, hay varias que presentan riesgo de derrumbe o deslizamientos por el mal estado de sus paredes y de los muros de contención, ya que estos últimos están construidos con materiales deleznables dispuestos sin las técnicas apropiadas.
San Cosme se sitúa como un núcleo que articula otros barrios vulnerables, formando parte de un subsistema que reúne los siguientes barrios vulnerables: Las Terrazas de Catalina Huanca, San Pedro de Ate y El Pino.
El caso de San Cosme se presenta como un caso paradigmático ya que las variables que le aportan vulnerabilidad, se pueden encontrar en los otros barrios focos de vulnerabilidad del sistema de periferias interiores.
Conclusiones
La superación de los problemas de vulnerabilidad
La identificación y posterior delimitación de las zonas donde se localizan los problemas urbanos, físicos y sociales que determinan situaciones de vulnerabilidad urbana en el centro de Lima podría constituir el paso previo para definir una herramienta que, aplicada al planeamiento de Lima, permita llevar a cabo prácticas que posibiliten la superación de la vulnerabilidad urbana. Pero, ¿cómo puede darse esto en una ciudad con un área metropolitana compuesta de 49 distritos?, y ¿cómo se pueden abordar los problemas de una zona extensa de Lima como es el sistema de periferias interiores que integra parcialmente nueve distritos?
La superación de los problemas del sistema de periferias interiores se entiende relacionada con una mejora de lo urbano. Tal como apunta Roch34, la ciudad por su misma condición urbana puede atenuar los problemas de vulnerabilidad social. Esta observación se refiere al hecho de que en las áreas céntricas suele haber una red de equipamientos y una mejor accesibilidad a los distintos servicios que pueden facilitar la vida a las personas que viven en situación de vulnerabilidad y/o de marginalidad.
La anterior observación nos permite incidir en la importancia que podría tener para la regeneración de los barrios situados en la zona delimitada el contar con una red de equipamientos jerarquizada de acuerdo a la escala y al tamaño del sistema de periferias interiores. Esto debe regularse desde el planeamiento, por lo que resulta urgente generar un instrumento supramunicipal que sea vinculante para el resto de planes urbanos generados por los distintos municipios integrados en la zona. Actualmente hay una falta de coordinación entre los distintos niveles de la administración ciudadana35, lo que se traduce en la ausencia de actuaciones conjuntas de dos o más municipalidades distritales.
A pesar de lo anterior, no podemos dejar de observar la variedad de actores que están haciendo frente a los problemas relacionados con la vulnerabilidad urbana en Lima: asociaciones vecinales, instituciones de la administración ciudadana, colectivos dedicados a la investigación urbana (que acogen estudiantes y profesores de diversas universidades), organismos de cooperación internacionales y algunas entidades privadas. Sin embargo, nuevamente se presenta entre ellos una falta de encuentro o de conexión que, de existir, podría mejorar notablemente la eficacia de sus actuaciones.
Construir una estrategia de regeneración urbana permitiría aunar los esfuerzos que ya se están llevando a cabo puntualmente por la sociedad civil y por diversas entidades, además de encontrar una metodología de trabajo participativo que atienda jerárquicamente los diversos problemas que se presentan con una perspectiva de largo alcance. Tal como comenta Carter36 el éxito de la regeneración urbana radica en contar con una estrategia local, de carácter multisectorial y capaz de actuar a través de la asociación de diversos agentes. En lo que respecta a este trabajo se persigue proponer una estrategia general de regeneración urbana que sea efectiva en la superación de los problemas detectados.
La estrategia de regeneración surge de la verificación de las hipótesis previamente planteadas y de las necesidades de los vecinos conocidas a través de los talleres realizados.
Verificación de hipótesis
La primera de la hipótesis hacía alusión al tamaño del sistema de periferias interiores y a su complejidad. Se pudo comprobar que la zona delimitada se compone de barrios que tienen problemas de mayor vulnerabilidad y de barrios menos vulnerables; y que tampoco hay una homogeneidad en cuanto al tipo de problemas hallados ni a su origen. Sin embargo, los barrios que integran el sistema se relacionan por la continuidad existente entre ellos, dada principalmente por los mismos límites que definen el área total del sistema y al mismo tiempo la diferencian, como el río Rímac y algunas avenidas.
En cuanto a la hipótesis que aludía a que el sistema de periferias interiores constituye el soporte que sustenta el traslado de lo rural a lo urbano, esta también ha podido comprobarse. El origen de las familias determina su actividad laboral casi siempre, y con ella el tipo de ocupación que se hace del espacio público.
Por otra parte, el hecho de que la densidad edificatoria es mayor en los barrios focos de vulnerabilidad que en el resto de la ciudad, también ha podido comprobarse y tiene que ver con su antigüedad y la rapidez de su crecimiento poblacional.
Finalmente, las necesidades de los barrios analizados aluden siempre a cuestiones perentorias: falta de higiene y de seguridad en las calles, falta de servicios básicos y de acceso a la salud, falta de educación en los niños y jóvenes, graves problemas de drogas o alcoholismo que conducen a la delincuencia, y la persistencia entre la población de enfermedades graves. Todos estos problemas se agravan por la limitación urbana que presentan los barrios: quedan separados de la ciudad por verdaderas barreras (el río, infraestructuras de tráfico, muros o rejas, etc.) y por una falta de estudio y consideración en la regulación urbana y el planeamiento, todo lo cual dificulta su integración y su articulación.
Estrategias de regeneración
Cualquier estrategia de recuperación de periferias interiores requiere de un conocimiento detallado de los barrios y de sus problemas, es por ello que este trabajo persiguió primero definir un estado de la cuestión lo más exhaustivo posible y, segundo, la realización de un trabajo de campo con las comunidades de vecinos implicadas. Todo ello, finalmente, permitió desarrollar una metodología de análisis de la vulnerabilidad de barrios que consideró problemas urbanos, físicos y sociales.
El fin de la evaluación de la vulnerabilidad de los barrios incluidos en el sistema de periferias interiores es propiciar el sustrato analítico para la formalización de un Plan Director para la Regeneración de las Periferias Interiores de Lima. Este Plan podría ser capaz de establecer unos consensos de actuaciones mínimas capaces de articular intervenciones urbanas de mejora básicas para todos los barrios, enmarcadas en una jerarquía. Esto último resulta de extrema importancia porque sin un orden justificado por la necesidad, que permita dar prioridad a la resolución de problemas, la regeneración de áreas urbanas podría resultar inabordable o dilatarse en el tiempo sin conseguir resultados.
El Plan Director de Regeneración de Periferias Interiores puede ser de utilidad para ordenar la intervención de equipos multidisciplinares y de diversas entidades. Además de permitir la cooperación entre las distintas municipalidades distritales y administraciones públicas implicadas en la zona.
Notas
1 El presente artículo expone un resumen de la investigación realizada en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad Nacional de Ingeniería de Lima, Perú; la cual se realizó gracias a una subvención del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España junto a la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID), entre octubre de 2011 y junio de 2013.
4 Matos Mar, 2004.
5 Kapstein, 2010.
6 Kapstein, 2009.
7 En este trabajo el periodo que se estudia en relación con el origen y consolidación de las periferias interiores en Lima va de 1940 a 1981. Este periodo incluye tres etapas intercensales.
8 INEI, 2008.
9 Driant, 1991.
10 Riofrío, 1991.
11 Gonzales de Olarte, 1992.
12 Kapstein, 2009, p.96.
13 Hannerz, 1993.
14 Kapstein, 2009.
15 Matos Mar, 2012.
16 Íbíd.
17 Históricamente estos mismos límites crearon discontinuidades en el trazado urbano de Lima entre el centro fundacional y su expansión hacia el norte.
18 Este trabajo se considera uno de los aportes gráficos de esta investigación ya que los planos anteriores al año 1972 no estaban digitalizados. La fuente del plano del año 2012 es el Instituto Geográfico Nacional de Perú (IGN).
19 Sipión, 1995.
20 Los límites internos corresponden a antiguos límites periféricos de la ciudad.
21 Superficie medida sobre el plano de Lima del Instituto Geográfico Nacional del año 2012.
22 Estos distritos no quedan incorporados en toda su extensión en el sistema de periferias interiores.
23 El sistema de periferias interiores integra zonas de distintos distritos y no está censado. La población se ha estimado verificando en el plano de Lima del año 2012 la superficie de cada distrito contenida en la zona de periferias interiores, deduciéndose un porcentaje referido a esta relación, lo que finalmente arroja una población aproximada de 503.000 habitantes.
24 Aranda, 2007.
25 Kapstein, 2010
26 Nuestros agradecimientos a Evelyn Orcón y a Wendy Ventura de la Municipalidad de La Victoria por gestionar nuestras visitas.
27 Matos Mar, 1977
28 Ibíd
29 En conversación durante la visita al cerro San Cosme, el día 7 de mayo de 2013
30 En planta el cerro San Cosme cuenta con 7,5 ha (superficie medida sobre el plano de 2012 de Lima. Fuente: Instituto Geográfico Nacional).
31Densidad calculada sobre la foto aérea de la figura 7 de abril de 2013. La densidad no siempre ha sido tan alta, ha aumentado según ha ido creciendo la población del cerro y las viviendas han ocupado toda la superficie disponible en el terreno, quedándose sin patios.
32 Según el Dr. E. Romualdo, jefe médico del centro de salud de San Cosme, su incidencia es de 1.033 enfermos por cada 100.000 habitantes (estas cifras representan un 1%).
33 Este programa se lleva a cabo por la Municipalidad de La Victoria con financiamiento belga y cuenta con una alta participación vecinal. La cal absorbe bacterias y gérmenes de las paredes.
34 Roch, 2007
35 Falta transversalidad tanto en la configuración de las políticas de desarrollo urbano de la ciudad como en la implantación de los programas de mejora urbana y social de los distritos. Pero, probablemente, esta transversalidad no podrá concretarse sin que antes se den importantes pasos para lograr descentralizar los poderes políticos.
36 Carter, 2000
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Fecha de recepción: 13.01.14
Fecha de aceptación: 29.08.14