El Cristo crucificado sobresale entre distintas tradiciones. Al pintarlo, Velázquez siguió el modelo iconográfico defendido por Francisco Pacheco y se acercó a la manera en la que otros artistas representaron las expresiones faciales de Cristo. La imagen ha propiciado distintas reflexiones de estudiosos e historiadores del arte, pero poco se ha indagado sobre la relación entre el cuadro, quien lo encargó y quien lo observa. Dicha relación es fundamental para acercarse a la función de la imagen respecto a una cultura visual concreta. De acuerdo con Michael Baxandall, las imágenes religiosas tienen una doble función: pueden ser objetos de devoción y objetos de apreciación artística. En ese sentido, las categorías verbales con las que los historiadores del arte han expresado lo que miraron cuando vieron al Cristo, dan cuenta de que el cuadro velazqueño no puede ser despojado de sus efectos religiosos aun cuando se exhibe como obra de arte.
María de la Luz Ruiz Miranda, Universidad Nacional Autónoma de México
Estudiante mexicana de octavo semestre de la Licenciatura en Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Ruiz Miranda, M. de la L. (2021). Una imagen religiosa como obra de arte. El Cristo crucificado de Velázquez ante la mirada de los devotos. Revista De Teoría Del Arte, (35), pp. 136–154. Recuperado a partir de https://revistapuntogenero.uchile.cl/index.php/RTA/article/view/64919